Monterrey: Protección Civil Rescata a Senderistas Perdidos

Monterrey

En un acto de valentía y coordinación, Protección Civil de Nuevo León (PCNL) y equipos de rescate lograron rescatar con éxito a dos senderistas extraviados en el imponente Cerro de la Silla, un ícono natural de la ciudad de Monterrey. La historia de Caheli Rodríguez Soto, de 24 años, y Guadalupe Nicandro Castillo Rangel, de 19 años, originario de Michoacán, es un recordatorio de los riesgos inherentes a la exploración en la naturaleza, así como del compromiso de las autoridades y la comunidad para garantizar la seguridad de todos.

Rescatistas Tuvieron que Pasar Noche en Cerro

El rescate se llevó a cabo en medio de condiciones meteorológicas desafiantes que obligaron a los rescatistas a pasar la noche en la montaña. Desde el momento en que se recibió el reporte de los senderistas perdidos, el equipo de Protección Civil de Nuevo León, junto con colaboradores de Guadalupe, se desplegó rápidamente para iniciar la operación de rescate.

La noche en el Cerro de la Silla no fue fácil. El viento gélido y la neblina complicaron las labores de búsqueda, pero el compromiso de los rescatistas nunca flaqueó. Decidieron pernoctar en la montaña, conscientes de que abandonar la búsqueda representaría un riesgo tanto para los senderistas extraviados como para ellos mismos.

“El personal subió, pero debido a las condiciones meteorológicas, el equipo de rescate decidió pernoctar en el área”, señaló PCNL a través de sus redes sociales, destacando la importancia de priorizar la seguridad en todo momento.

Encuentran a los Senderistas en Monterrey

Fue una larga noche de espera e incertidumbre, pero al filo de las 11:08 de la mañana del día siguiente, llegó la noticia esperada: los senderistas habían sido encontrados sanos y salvos. El alivio y la alegría se propagaron entre los rescatistas y la comunidad que seguía de cerca el desarrollo de la operación.

El éxito del rescate se atribuyó en parte a la colaboración con la Asociación sin ánimo de lucro (GREM), que contribuyó con el uso de caninos adiestrados para este tipo de situaciones. Los perros de búsqueda desempeñaron un papel crucial en la localización de los senderistas, destacando la importancia de la tecnología y los métodos innovadores en las labores de rescate.

Las imágenes compartidas en redes sociales mostraban el descenso de los senderistas, quienes lucían abrigados y seguros bajo la supervisión de los rescatistas. Las bajas temperaturas que caracterizan la zona montañosa exigían precaución y preparación, aspectos que los extraviados habían subestimado al aventurarse en su travesía.

Sin embargo, el rescate exitoso no estuvo exento de reflexiones. Algunos ciudadanos expresaron su preocupación y sugirieron medidas para prevenir futuros incidentes similares. La idea de establecer licencias para excursiones y senderismo ganó fuerza entre la comunidad, argumentando que esto podría reducir el riesgo de extravíos y garantizar una mayor responsabilidad por parte de los excursionistas.

Piden Medidas Preventivas a Autoridades de Monterrey

“Deberían extender licencias para excursión y senderismo (como las licencias vehiculares) y multar a todo aquel que suba sin una persona con licencia y se pierda”, comentó una ciudadana identificada como Bere Avila, reflejando el sentir de muchos.

El incidente en el Cerro de la Silla no solo fue un recordatorio de los peligros que pueden enfrentar los amantes de la naturaleza, sino también un testimonio del espíritu de solidaridad y cooperación que prevalece en la sociedad. Desde los rescatistas que arriesgan sus vidas para salvar a otros hasta la comunidad que se une en apoyo, cada elemento de esta historia resalta la importancia de trabajar juntos en tiempos de necesidad.

En última instancia, el rescate de Caheli Rodríguez Soto y Guadalupe Nicandro Castillo Rangel es un recordatorio de que, en medio de la adversidad, la humanidad puede brillar con luz propia, mostrando compasión, determinación y resiliencia en su lucha por proteger y preservar la vida. Que su historia sirva como inspiración para todos nosotros, recordándonos que, incluso en los momentos más oscuros, nunca estamos solos mientras nos tengamos los unos a los otros.