En medio del paisaje árido y desafiante que caracteriza al estado de Nuevo León, las presas se erigen como oasis de vida y esperanza para sus habitantes. Sin embargo, el escenario actual en la presa La Boca, ubicada en Santiago, dista mucho de reflejar su plenitud. A pesar del trasvase continuo desde la presa El Cuchillo, las aguas de La Boca muestran un nivel notablemente bajo, aunque las orillas aún albergan signos de vida y un atisbo de esperanza.
Un Vistazo Detallado al Panorama Actual
Al observar los niveles de las presas en Nuevo León, según los datos del 5 de marzo, queda patente la cruda realidad que enfrenta la región: La Boca apenas alcanza el 33.25% de su capacidad, con tan solo 13.12 millones de metros cúbicos de agua almacenados. Por su parte, Cerro Prieto exhibe un 9.63%, mientras que El Cuchillo, aunque en mejores condiciones, registra un 40.67% de su capacidad total.
Reflejos de una Sequía Persistente
Las palabras de Norberto Gaytpan Salazar, un residente de El Cercado, resuenan como un eco de las dificultades que la sequía ha impuesto en la región. Rememora cómo la falta de agua amenazaba con cerrar negocios y alejar a los visitantes, incluso de lugares emblemáticos como La Boca. Aunque el panorama ha mejorado ligeramente, la presencia del agua aún no es suficiente para revivir por completo el espíritu de la zona.
A pesar de la escasez, La Boca no ha perdido su encanto para algunos. Xi Chaohui, un recién llegado a la región, encuentra en sus aguas la posibilidad de pescar y disfrutar de un momento de esparcimiento. Su experiencia positiva abre una ventana de esperanza para aquellos que ven en la presa un refugio de recreación y conexión con la naturaleza, incluso en tiempos difíciles.
Trasvase hacia La Boca
El trasvase de agua desde El Cuchillo hacia La Boca se presenta como un esfuerzo vital por mantener a flote el embalse de Santiago. Aunque la inyección de agua desde China, Nuevo León, ha sido beneficiosa, la dependencia de medidas artificiales resalta la urgencia de abordar la gestión hídrica de manera integral y sostenible.
A pesar de las precipitaciones ligeramente superiores al promedio histórico registradas en febrero, la acumulación de agua no ha sido suficiente para mitigar la sequía en las presas de Nuevo León. La lucha por preservar estos cuerpos de agua como fuentes vitales para la región continúa siendo un desafío constante, que requiere la atención y el compromiso de toda la comunidad.
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