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Cuba Recibe Ayuda de la CFE de México

El gobierno de México ha extendido su mano solidaria a Cuba tras el colapso de su sistema eléctrico, que ha dejado a buena parte del país en completa oscuridad. Este gesto de apoyo, liderado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), refleja el compromiso de la nación mexicana con sus vecinos en momentos de crisis.

Respuesta inmediata de México a la emergencia

El pasado lunes, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, a través de su embajada en La Habana, expresó su solidaridad con el pueblo cubano tras la grave crisis energética que enfrenta la isla. Esta situación crítica, que ha dejado a más de la mitad del país sin suministro eléctrico, fue respondida de manera rápida por el gobierno mexicano, que ofreció su apoyo para mitigar las consecuencias de este apagón masivo.

El embajador mexicano en Cuba destacó el vínculo histórico entre ambos países, subrayando que México no podía permanecer indiferente ante la compleja situación que enfrenta la isla. La embajada se comprometió a movilizar recursos y buscar mecanismos de cooperación que puedan ser efectivos en un corto plazo, especialmente considerando la magnitud de la crisis, que ha afectado no solo a los hogares cubanos, sino también a su infraestructura y servicios esenciales.

La respuesta de México fue reforzada por el canciller Juan Ramón de la Fuente, quien ha mantenido un constante intercambio con el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez. Este diálogo continuo busca asegurar que la ayuda ofrecida llegue de manera eficaz, cubriendo las áreas más críticas y coordinando los esfuerzos necesarios para la pronta restauración del suministro eléctrico.

La CFE se suma con apoyo técnico

Aparte de la asistencia diplomática y humanitaria, México ha ofrecido apoyo técnico a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), una medida que podría ser crucial para acelerar la recuperación del sistema eléctrico cubano. La CFE ha destacado que pondrá a disposición de Cuba a un equipo de expertos que colaborarán en la evaluación y reparación de las infraestructuras eléctricas dañadas.

La participación de la CFE es especialmente relevante dado que Cuba enfrenta no solo una interrupción del suministro eléctrico, sino también una falta de capacidad de generación, lo que ha exacerbado la crisis. La empresa mexicana tiene una amplia experiencia en la gestión de emergencias energéticas y ha jugado un papel clave en la recuperación de sistemas eléctricos tras fenómenos naturales en varias partes del mundo.

Este apoyo técnico podría incluir la provisión de equipos, conocimientos especializados y la asesoría necesaria para implementar soluciones a corto y mediano plazo, con el objetivo de estabilizar el suministro eléctrico en la isla. De hecho, la crisis ha evidenciado una debilidad estructural en el sistema energético cubano, que requiere no solo parches temporales, sino también reformas profundas que permitan una mayor resiliencia ante futuras emergencias.

Impacto social y medidas del gobierno de Cuba

La crisis energética en Cuba comenzó el pasado jueves por la noche, cuando, en pleno horario pico, más del 50% del país se vio sumido en la oscuridad. Este evento, que rápidamente derivó en un apagón masivo, dejó a miles de ciudadanos sin acceso a energía eléctrica, afectando tanto a hogares como a sectores productivos clave. La situación ha empeorado en los días posteriores, con cortes eléctricos que se han prolongado en varias provincias y ciudades, incluyendo la capital, La Habana.

Ante la gravedad de la situación, el primer ministro cubano, Manuel Marrero, hizo una comparecencia especial en la que anunció un paquete de medidas de emergencia. Entre ellas se encuentra la suspensión de las clases y de todas las actividades consideradas no esenciales, así como un incremento en las tarifas eléctricas para gestionar mejor la demanda y reducir el consumo en momentos críticos.

Estas decisiones han generado preocupación entre la población, que ya enfrenta serias dificultades económicas debido a la crisis sanitaria y las sanciones internacionales. La suspensión de clases, en particular, afecta a miles de estudiantes en todo el país, mientras que el alza en las tarifas eléctricas añade presión a los bolsillos de muchas familias que ya luchan por llegar a fin de mes. Sin embargo, el gobierno cubano ha insistido en que estas medidas son necesarias para evitar un colapso mayor del sistema eléctrico.

A pesar de la suspensión de muchas actividades, los servicios esenciales, como los hospitales y el bombeo de agua, continúan operando, aunque de manera limitada. Esto ha permitido que, al menos en algunas áreas, se mantengan operativos los servicios básicos, aunque las dificultades persisten, especialmente en las zonas más afectadas por el apagón.

Protestas y comparación con apagones previos

CFE-Mexico-ayuda-Cuba

El malestar social ha ido en aumento conforme los días pasan sin una solución definitiva a la crisis energética. En barrios populares de La Habana, como Centro Habana y Santos Suárez, los residentes han salido a las calles en señal de protesta, utilizando cacerolas para hacer ruido y expresar su frustración ante la falta de electricidad. Estas protestas, aunque pacíficas, reflejan la desesperación de la población cubana, que ya ha tenido que enfrentarse a apagones prolongados en el pasado.

El actual apagón es considerado el más grave desde el huracán Ian, que en 2022 también afectó severamente el sistema energético de Cuba. Aquel desastre natural dejó a gran parte de la isla sin electricidad durante días, pero las autoridades lograron restablecer el servicio relativamente rápido. Sin embargo, en esta ocasión, el problema parece ser más profundo, vinculado no solo a factores externos como tormentas, sino también a la falta de inversión y mantenimiento adecuado en el sistema eléctrico de la isla.

La capital cubana, La Habana, se encuentra casi paralizada. Las calles, normalmente llenas de vida y actividad, ahora presentan un panorama desolador, con un transporte público limitado y pocas actividades comerciales en marcha. La falta de electricidad ha reducido considerablemente la movilidad y la actividad económica, agravando la ya delicada situación social y económica que vive el país.

Las autoridades cubanas han insistido en que están trabajando para solucionar la crisis lo antes posible, pero los desafíos son enormes. La falta de recursos y las sanciones internacionales han limitado la capacidad del país para adquirir los materiales y equipos necesarios para reparar su infraestructura energética. En este sentido, la ayuda internacional, como la ofrecida por México, se vuelve crucial para que Cuba pueda enfrentar esta situación de manera efectiva.

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